viernes, 30 de diciembre de 2016


Termina el 2016 y ha sido un año difícil en lo personal y en lo profesional, grandes cambios no pensados o buscados, sin embargo esos cambios me ponen hoy en una nueva situación, totalmente distinta a la que tenía el año pasado. Solo 365 días o 12 meses han pasado y todo ha cambiado, para bien o para mal. La vida lo dirá.

Este año marco un punto de inflexión en mi vida. Y me ha llevado a entender que los propósitos y planes propios no son nada, ante un destino marcado por la casualidad y la causalidad, nada es seguro ni estático al 100%.

Cambia, todo cambia.



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