domingo, 29 de enero de 2017

El hábito sí hace al monje.

Pregunta sin respuesta, por el momento ¿Cuántas veces tengo que intentar algo hasta lograrlo?, y va otra, ¿Qué debo hacer para fortalecer mi voluntad y adoptar hábitos positivos?
Tomar conciencia de lo que sucede es un primer paso en la generación de esas acciones que me llevarán a alcanzar mis metas. Hoy es el primer día del resto de mi vida y vamos a comenzar con un tema que me tiene que cambiar primero a mi, como prueba de que se puede lograr. 
Para comenzar, encontré este artículo en LinkedIN y aunque tenía una redacción un tanto confusa, me puse en la tarea de traducirlo, intentando no cambiar ideas, ni incluir cosas que no están planteadas en el contenido original. Aquí lo dejo, para quienes les interese:¡Lo que haces después del trabajo, determina tu futuro!

martes, 3 de enero de 2017

Pensamiento líquido

Hace más de 20 años, cuando hacía mi tesis de licenciatura, encaré por primera vez y de manera formal las cuestiones relativas a la "creatividad" no conté con la diversidad de obras y autores que nutren hoy esa temática, pero si estaba uno que había escrito cuestiones muy interesantes al respecto: Edward De Bono, de él leí y aprendí el concepto de pensamiento lateral, los fundamentos de la creatividad y por supuesto sus enemigos o las barreras que como humanos tenemos para ser cada vez más creativos.
Uno de estos impedimentos o bloqueos estaba dado, según De Bono, por el pensamiento rígido, en otras palabras la rigidez de ideas, la tozudez o cabeza dura. Además era ya un planteamiento claro en ese momento, cuánto había influido la educación tradicional o formal en el desarrollo de esa barrera para la mayoría de los seres humanos que habían sido sujetos de cualquier tipo de formación estructurada.
En este orden de cosas,  De Bono plantea en su momento, una serie de técnicas y ejercicios que pretenden desbloquear al individuo, descondicionar y fomentar su desarrollo creativo; aunque sabemos bien que esto no es, como decían las abuelitas, cuestión de soplar y hacer botellas.
Es por este motivo que este asunto ha sido tratado en los últimos años por algunos autores, que plantean ideas, técnicas, prácticas que promueven y alientan dejar las ideas fijas a un lado y lanzarse al grande y maravilloso océano de la creación.
Uno de los autores que trata de una manera distinta el tema es el inglés Damian Hughes, sicólogo que a partir de su cercanía con la actividad deportiva a logrado un nuevo planteamiento respecto al pensamiento humano, que se contrapone a la rigidez mental, que el a denominado de manera muy sinestésica: "liquid thinking" pensamiento líquido.
En su planteamiento, Hughes afirma que pequeños cambios en nuestra forma de pensar y adoptando perspectivas o puntos de vista distintos a los habituales; lograremos alcanzar nuestros objetivos, deseos y ambiciones, tal como lo han logrado los grandes "genios creativos" de antes y de hoy.
Liquidthinker es hoy una teoría en proceso de prueba y difusión, es un libro, es una empresa consultora, es una página web y también es un referente fundamental en esa tarea de los quijotes de estos tiempos, de hacer las cosas cada vez mejor.
Un concepto que llegó a mi conocimiento y vocabulario habitual, cronológicamente después del concepto de inteligencia líquida es el de "resiliencia", de este se puede escribir un libro completo, pero me encanta saber que existe gente con la capacidad de sacar lo mejor de sí, aún en las peores circunstancias y de eso se habla mucho en todos los casos que propone y revisa Hughes en su libro de una manera tan visual.
Si hay un fragmento rescatado por varias personas que han leído y comentado en distintos foros la teoría del pensamiento líquido, es esta idea.

Hughes hace una interesante clasificación o tipología de las personas que habitamos este mundo, a saber: 
1. Los que preguntan ¿qué ha sucedido?
2. Los que ven lo que sucede
3. Los que hacen que las cosas sucedan
Tendremos a bien hacer un auto examen y ubicarnos inmediatamente en el grupo que nos corresponda. La idea esperanzadora que me queda a mi después de las múltiples lecturas sobre este tema es que, se puede dar una suerte de evolución o cambio en función de nuestra relación con el entorno. 

Queda ahí el reto. 

lunes, 2 de enero de 2017

Temas para 2017

Todo apunta a que la era del conocimiento, en la que tenemos el privilegio de vivir, comienza a exigir de nosotros los profesionales una serie de habilidades, destrezas y conocimientos que no estaban previstos cuando comenzamos nuestro largo periodo educativo.

Es claro que muchas de las profesiones y ocupaciones laborales que existen hoy, hubiesen sonado a la más ilustre ciencia ficción en la época que yo entré al kinder. Y no estoy hablando de 1800, aunque a veces, maravillada ante lo que va surgiendo en tecnología sobre todo, pueda sentirme como un dinosaurio. 

Hay algunos temas que están desde hace algún tiempo en mi lista de intereses y de los que comenzando este 2017 he decidido escribir: 
-Pensamiento líquido
-Creatividad y educación para la innovación.
-Ser y saber vs. parecer y tener, de la identidad y la imagen (Personal Branding)
-Knowmads o de las personas reinventándose. Multidisciplinariedad y colaboración.
-Big data 
-Neurociencia y neuromarketing, ya sé que puede sonar repetitivo, pero todavía hay mucho que decir sobre este tema. 
-Inteligencia Artificial
-Marketing digital y todos los conceptos relacionados con esta versión del marketing
-Las generaciones y su comportamiento hoy
-De insights, insighters y de la fuente de inspiración y conocimiento: la gente. 
-Contar historias, tradición oral, storytelling, narrativa. 
-Los maestros hoy, aprender para toda la vida. 
-Inversión en capacitación.